“…si la comida responde a los grandes principios del arte, tiene que vislumbrarse ya en la sopa la ciencia y el talento del artista”
Manuel des amphitryons de Grimond de la Reyniere (1808)
Todo en este mundo está interrelacionado, es imposible pensar en la existencia de una estrella, si no hay cielo; lo mismo sucede con la cocina, el arte y la ciencia. ¿Qué influye a qué?, ha sido la pregunta que a lo largo del tiempo se han hecho muchos intelectuales.
Con certeza se puede decir que todo evoluciona según el momento histórico y las necesidades humanas, por lo que es difícil asegurar qué cambia primero. Lo cierto es que la gastronomía es la ciencia que nos muestra el arte del buen comer, incluyendo así a la biología, la dietética, la medicina, la agricultura, las matemáticas, la química, la arquitectura, la danza, la literatura, la música, la pintura, entre otras.
La historia culinaria es tan extensa como la misma humanidad, al fin y al cabo la supervivencia consiste básicamente en poder comer. Se ha conseguido hacer placer de la necesidad y en nuestra parcela cultural se ha tenido que inventar el pecado de la gula para intentar frenar los excesos.
La historia de la cocina y de la gastronomía está llena de nombres propios. Han sido cocineros, gourmands, gastrónomos, sibaritas… pero también inventores, reyes, músicos, emperadores, escritores y sacerdotes los que han contribuido definitivamente a hacer de la necesidad de comer todo un arte.
El hombre, desde sus orígenes ha tenido la necesidad de alimentarse y de expresarse; pensando cómo lo conseguirá, utiliza métodos, que más tarde estandariza. Busca la manera de trascender grabando sus adelantos y descubrimientos en las paredes de sus cuevas.
La observación (que es la primera etapa del método científico), lo llevó a darse cuenta de cómo dominar el fuego, cómo funciona la agricultura y aprende a domesticar a los animales; esto marca un gran cambio en su forma de vivir, pasa de ser nómada a ser sedentario, modifica su modo de consumir los alimentos y aparecen los primeros métodos de cocción.
Es politeísta, tiene un dios por cada descubrimiento, época del año y producto nuevo; cree que hay que adorar al sol, a la lluvia y a la tierra para obtener mejores cosechas; realiza ceremonias a sus dioses ofreciendo alimentos, bebidas, semillas y animales; acompañados por música y danzas.
Surgen los banquetes y los festines; a través del tiempo todo esto va acompañado de arte y ciencia, la gastronomía es química y literatura, así como movimiento y dietética.
El siguiente blog muestra la interrelación del arte y la ciencia puestos sobre la mesa...